La revista electrónica de Los Cabos
La revista electrónica de Los Cabos
Buscar
Inicio
Noticias
Actualidad
Carta EU a AMLO
Que es la justicia?
Coronavirus-Dalai-Lama
Kumiai
Discursos AMLO - TRUMP
Coronavirus México
¿Cómo bajarle la ansiedad a los niños durante el e
Repudian visita de AMLO a Trump
Mujeres embarazadas ante COVID- 19
Daños económicos del coronavirus
Autosuficiencia alimentaria
Programa integral para la sustentabilidad pesquera
La pesca artesanal crece en BCS
La ciencia en la vida cotidiana
Trump anuncia el próximo fascismo
Disciplinando a un Dinosaurio
El retiro
8m
Los Reinos Macroeconómicos Terrenales
Te Amo Mexico
El virus del corazón
Del odio al amor
Un dia de Gestion
Teología 7
Sabiduría
Dia Internacional de la Mujer
Defensorxs de derechos sexuales y reproductivos
La Baja California de Campbell
Lógica Reto Matemático
Reto madres post-covid
La hora del migrante
Twitter
Marketing
Un consejo financiero en tiempos de Covid 19
Un buen diseño
Descubre Los Cabos
Agenda LC
Navegar
Cabo San Lucas
Islas de BCS
Gente
DeliaGonzález
Rosaura Rodríguez
Johannes Moser
Historia de Los Cabos
TodoMexico
Agenda_Mexico
OrquestaMineriaUNAM
Ballenas
Xochicalco
Paralelo28-2
Michoacan una leyenda
Izamal
VagaMundo
G20
Agenda VagaMundo
Aix-en-Provence
Washington de Biden
Pais Vasco
Cascais y Estoril
France.Mx
Salamanca
La_Celestina_acto_XII
Cordoba
Formas & Artes
Cine
THE IRISHMAN
Literatura
El pez y la estrella
FedericoCampbell
Vigilar un examen sobre Historia de España
Life & Culture
Arquitectura
Arquitectura y arte
Sabores
Gastronomía
Poulet Niçoise
Chiles rellenos de picadillo y calamar
Chefs_Mundo
Entrevista a Victor Teran
Entrevista a Muñoz Zurita
Entrevista a Paolo Della Corte
Cafes del Mundo
Vinos
EcoVerde
Altruista
A prueba del COVID19
British Columbia
Sandra Ricco
Las vistas impresionantes de las aguas de los estrechos de Johnstone y Georgia, nos llevan a Vancouver, una ciudad excéntrica y que está entre los emplazamientos más bellos del mundo en Canadá, y es desde ahí, que se toma el ferry que pasadas tres horas de intensa admiración a la naturaleza con verdes exuberantes nos lleva a una ciudad inolvidable: Victoria. En donde se conserva una de las principales influencias de la historia de Canadá: La inglesa.
Esta es una tranquila y tradicional ciudad, que además posee fama de conservar un aire de viejo pueblo costero, carácter que acrecientan en verano las abundantes flores de los maceteros que decoran las farolas, balcones y fachadas preciosas.
Fue establecida como punto comercial de pieles en 1843, luego vivió momentos turbulentos durante la fiebre del oro 1858-1863 cuando miles de buscadores se la pasaban “echando chupe” en los más de sesenta bares o “salones” del Market Square.
Victoria fue designada capital de la Columbia Británica en 1871, pero no tardó en ser desbancada por Vancouver, debido a su crecimiento y empuje comercial, aun así, Victoria sigue siendo el epicentro político y de “grilla” de Columbia Británica, donde se reúnen intelectuales de todo Canadá.
También, por supuesto, es uno de los mayores destinos turísticos del país debido a su belleza y cultura, ya que las tradiciones británicas heredadas siguen conservándose como la hora del té, el famoso desayuno inglés, el orden y ¡claro! el acento de su idioma. También resalta en la arquitectura y ambiente sofisticado en este puerto apacible, donde al atardecer se percibe el aire color naranja sobre los yates aparcados en la marina, y se observa el regreso de los turistas, que se aventuraron en kayak.
Dando un paseo, se puede contemplar los edificios de finales del siglo XIX, en Bastion Square, donde se observan sus restaurantes y tiendas de moda o en Market Square, donde sus edificios fueron restaurados en 1850, o como los edificios del parlamento, o el Hotel Empress, toda una antigüedad que hay que visitar especialmente en la noche que es iluminado con luces lo que lo hace lucir espectacular y favor de no perderse su buffet es delicioso y para ahorrar, ¡se puede compartir!
En Victoria parece que el tiempo no pasa, se respira una serenidad que equivale a ¡varios masajes! aun así me encuentro con motos Harley Davison que no son conducidas por chavales, sino por adultos ¿mayores? que disfrutan hasta el último suspiro de la aventura y la playa que está muy cerca del placer de vivir sin miedos.
Es en la marina, en sus bazares con toque hippie, donde se puede encontrar pinturas en óleo, retratos y disfrutar del paisaje y música, y una oferta cultural recomendable sobre todo en verano, ¡por el clima! para no morir de frío, y donde los Victorianos y visitantes reconocen a los amigos y conocidos que se llevan pulseras de piel y tela, cuarzos y objetos de buena suerte.
Estimulante es percibir, que en el ambiente se siente ya la influencia latina que se encuentra en todo Victoria y empieza a sembrar raíces profundas, debido a las oportunidades brindadas por Canadá para el trabajo legal de inmigrantes, tal vez por ello se siente esta calidez ya mezclada entre dos culturas casi opuestas, que han logrado la armonía, respeto y trabajo en equipo, para conservar una ciudad con personalidad cosmopolita, donde los habitantes, y visitantes se mueven libremente sin miedo, y realmente viviendo, disfrutando de las oportunidades y confort de esta bella ciudad, donde el tiempo y gusto de ser y estar, pasa lentamente.
Big Sur, el océano de Orión
Cadaqués, un punto sin retorno
Hesse, la sombra del gigante
France.MX